martes, 15 de junio de 2010

Cuando ya todo haya pasado la mañana te susurrará mi ausencia,
el sabor amargo de mi partida, hacia otro sur, será tu nueva compañía.
Otros pensaron que mi infortunio era el precio de sus ambiciones
y decidieron que mi destino ya no debía ser tan mío.

Igual se las hice difícil.
Peleé sus batallas, de noche, de día, con sus armas y con las mías
y no me rendí antes que se rindieran ellos.

Y volví, seguí luchando y caí y me levanté y volví a caer, pero nunca vencido.
Ni los años lograron contagiarme su apatía
y muchos más de veinte le robé a ese destino.

En un lejano sur me hirieron ya de muerte
y hacia otro mejor sur preparo mi partida.
Después una mañana, te susurrará mi ausencia.

Gastón Alfredo Pina se llamaba, soldado, hijo, hermano, amigo.
Un día se fué, porque los valientes no mueren, simplemente se van.

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